El chileno Boris Garafulic encara un nuevo año en busca de buenos resultados como lo ha hecho en las últimas ediciones del Dakar. Este año la estructura cuenta con vehículos mucho más potentes y avanzados para combatir a las demás marcas como el Qatar Red Bull Team, Overdrive, e incluso a Robby Gordon.

Garafulic con su nuevo MINI del X-Raid

Este año los MINi encaran de forma diferente el Dakar en lo mecánico: el MINI para la competencia es un 5% más largo que la versión del Countryman y está construido mayoritariamente en base a fibra de carbono. Además, está equipado con un nuevo motor 100% de aluminio, Twin turbo diesel de 3.0 litros, de 300 HP de potencia, con 700 Nm de torque, tracción en las 4 ruedas, una velocidad máxima de 178 km/h, una caja de cambios con 6 marchas secuenciales, neumáticos Michelin tamaño 245/80R 16, un largo de 4.333 mm, un ancho de 1.998 mm, un alto de 1.966 mm y un peso total de 1900 kg.

"Se ha hecho un buen entrenamiento, se probó bien el auto, el cual está en primera línea al igual que el equipo. Vamos a hacer un Dakar diferente al del año pasado, es decir súper competitivo", dijo Garafulic.

La estrategia del chileno: "Mi estrategia es que permanezca la pasión, que es lo que a mi me gusta, hacerlo a mi ritmo y no competir con el resto para no desesperarme. El objetivo es estar entre los 10, el año pasado estuvimos dos etapas dentro de ese lote, aunque estuvimos un poco más cautos al principio y después nos costó remontar desde atrás".

Además comentó que los Buggy sacarán mucha distancia en las etapas de dunas: "La idea es acelerar desde el segundo día ya que el primero son solo 13 kilómetros y los buggy ganarán ya que es pura duna".